Si lo niegan, quemadlos por herejes. Si lo confirman, quemadlos por superfluos.
Me alegra descubrir que todavía queda gente que cita a Cioran.
Entrada anterior Enigmas de la sexualidad
Entrada siguiente Hay tristeza en la noche de hoy
CategoríasMeditaciones
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Sé el primero en comentar